jueves, 14 de noviembre de 2013

ROGER BALLEN

El inquietante fotógrafo que os comentaba ayer en clase
 
Roger Ballen (Nueva York-EE UU, 1950) no se anda por las ramas cuando le toca reseñar el objetivo que persigue con sus fotos. "Mi propósito durante los últimos cuarenta años ha sido definirme. Hacer fotos es fundamentalmente un viaje psicológico y existencial. Si un artista es alguien que dedica su vida a intentar definir su ser, creo que se me puede llamar artista".
      
La obra de este fotógrafo, siempre polémica y dura, nunca acomodaticia o consoladora, con frecuencia ha sido calificada como poesía del lado oscuro de la imagen contemporánea. Fotos casi conceptuales que parecen construir un santoral panteísta, cruzan la frontera del género e invaden el terreno de la escultura y la performance y producen una sensación de fuerte desasosiego y violencia.











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