viernes, 19 de octubre de 2012

CÉSAR LUCAS,UN OFICIO DE MIRAR


Oficio de mirar ha sido el del fotógrafo César Lucas (Ávila, 1941) durante más de medio siglo (1960-2009).  Una exposición organizada por el MAC y el Centro Andaluz de Fotografía de Almería.

"Oficio" se llama porque la pretensión de Lucas no era darle forma a la mirada y colorearla con la intención de adaptarla a los nuevos tiempos sino, simplemente, porque como dice el fotógrafo, sólo buscaba la imagen que retratara el encargo como reportero que le había tocado cubrir.

Más de 120 fotografías dan forma a cinco décadas de reportajes para los medios más importantes del país y extranjeros. A su primera etapa de Europa Press cuando tenía sólo 18 años pertenece el reportaje que realizó sobre el Ché Guevara. El destino le concedió la oportunidad a un jovencísimo fotógrafo de tenerlo durante nueve horas delante de su objetivo ("desde las tres de la madrugada hasta las seis de la tarde del día siguiente") y, sobre todo, de saber aprovecharlo. Hace falta una buena dosis de suerte y de talento. Lucas ha tenido durante su carrera bastante de ambas. Tan sólo 22 años tenía cuando publicó en 'Life'. 25 cuando consiguió firmar portadas de revistas tan importantes como 'Match' o 'Stern'.



La Transición española constituye, sin duda, la mejor época para el artista: "Como periodista aquel fue el momento más excitante. Hasta entonces los periódicos parecían hojas parroquiales y aquello fue una explosión para la vida social y política que nos llenó de esperanza hacia el futuro".

Aún le cuesta considerar su obra como arte y sigue habiendo algo que le impide quitarse las gafas de fotoperiodista para ver su trabajo desde una óptica más objetiva. "He buceado en el baúl de los recuerdos buscando las fotos que el tiempo no ha eliminado", admite visiblemente emocionado y con la voz quebrada, sabedor de que es el propio tiempo el que se encarga de darle valor al arte.

Este retrato de celebridades tendría continuidad con aquellos artistas de cosecha nacional que en los años 60 y 70 ocupaban las primeras portadas de las revistas, como Julio Iglesias, durmiendo en dos asientos de un avión, El Cordobés y Luis Miguel Dominguín fotografiados en mitad de un chiste en plena cacería o Carmen Sevilla. Una imagen curiosa de esta época es aquella en la que aparece Carmen Martínez-Bordiú en mitad de un quirófano en el que se 

está practicando una operación a corazón abierto.

La edad de oro de Hollywood también se coló en el objetivo del fotógrafo. Le contrataron las grandes productoras cinematográficas para cubrir los rodajes de diferentes películas. Así tuvo la oportunidad de fotografiar a actores como Sean Connery, Brigitte Bardó, Clint Eastwood, Catherine Hepburn y un interminable etcétera que se completa con otros personajes como Orson Welles o John Lennon.




Asoman en la pared los primeros desnudos de la revista 'Interviú' que escandalizaron en plena Transición, cuando el país empezaba a retirarle las telarañas a la libertad. Con el primero de ellos la intimidad le jugó una mala pasada: "Me temblaban las piernas doblemente porque el personaje era Mari Sol y, claro, luego por el desnudo".

En la portada de la publicación se retrata la ingenuidad de la artista, mitad niña, mitad mujer, símbolo también de una nueva etapa que empezaba a vivir la sociedad española. La exposición se puede considerar un retrato de un oficio, sí pero un oficio que se encuentra en la antípoda de lo mecánico y muy cerca de la artesanía.




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