lunes, 14 de mayo de 2012


Leica, reina de las cámaras... y las subastas
La venta de una Leica de 1923 por casi 2,2 millones de euros
'calienta' el mercado de las pujas
MIGUEL LORENCI / MADRID

Día 14/05/2012 - 06.34h

Ni su propietarios, ni su subastadores, y puede que ni su satisfecho comprador, sospecharan que la Leica del año 1923 subastada el sábado en Viena rozara los 2,2 millones de euros. El precio de salida de la pequeña y
herrumbrosa Leica O-Serie (número 116) salía en 300.000 euros. Las estimaciones más optimistas apuntaban a
que podría venderse entre 600.000 y 800.000. Pero finalmente triplicó las previsiones y alcanzó los 2.160.000
euros, incluidos impuestos. Es casi el doble de lo que se había pagado antes por una cámara de este tipo y
demuestra el interés creciente en las salas de subasta tanto por la fotografía, pioneras o no, como por las cámaras alemanas que han permitido fijar la historia del siglo XX. La foto más cara de la historia es una imagen del Rihn tomada por Andreas Gursky en 1999, por la que se pagaron 3,2 millones de euros en 2011. Superó a un
autorretrato de Cindy Sherman por el que se pagaron 2,8 millones de euros el mismo año.

Desde su irrupción el mercado a finales de los años veinte la compacta Leica que hoy reina en las subastas, se
convirtió en la indiscutible reina de las cámaras fotográficas. Por ella apostaron los grandes maestros de género, como Henri Cartier-Bresson, que adquirió la primera en 1932 y cuyo récord de cotización está en los 433.000 euros por un foto de ese año. También fue la herramienta preferida por los fotógrafos bélicos desde la incivil guerra española hasta la Vietnam. Leica fue la cámara de Robert Capa en Cerro Muriano, en el desembarco aliado de Normandía y en Indochina. La Leica de Robert Doisneau atrapó su archifamoso beso ante el ayuntamiento parisino, y Elliot Erwitt o William Klein escudriñaron Nueva York a través de su visor. 

Una Leicacaptó la niña vietnamita que huía despavorida y abrasada por el Napalm estadounidense y Leica ha sido la cámara utilizada por el brasileño Sebastiao Salgado, uno de los últimos popes de la fotografía analógica.
El anterior récord mundial para una Leica de la serie más antigua se estableció en 2011, con los 1.320.000 euros pagados por un Leica O-Serie (número 117), 'hermana' de la vendida el viernes y subastada también en Viena por la Galería Westlicht, una de las más reputadas del mundo en el ámbito de la fotografía, dirigida por Peter Coeln. Como es habitual en el mundo de las subasta de arte, el comprador mantuvo el anonimato.

En 2007, la primer Leica O-Serie (número 107) subastada también por la galería Westlicht, se vendió por 336.000 euros, apenas un tercio del récord establecido el sábado, que supera en más de 800.000 euros el anterior. Sólo 25 prototipos fueron fabricados por Leica, antes de dar el paso a la producción en serie dos años después, en 1925. Sólo 12 de ellos siguen catalogados en todo el mundo.

La Leica fue la primera cámara compacta con película de 35 milímetros y su contribución ha sido decisiva pare la historia del fotografía y el fotoperiodismo. Los primeros prototipos fueron construidos en 1913 por Oskar
Barnack en su laboratorio E. Leitz Optische Werke, en la localidad alemana de Wetzlar, al norte de Fráncfort.
Barnack fue pionero en el uso de la película de 35 milímetros, el estándar de cine, aunque amplió el tamaño de la imagen hasta los 24x36 milímetros.

Fiel a su máxima "negativos pequeños, imágenes grandes", optó por una relación de aspecto de 2:3, con una
capacidad de 36 exposiciones por rollo, popularizando un formato vigente hasta la irrupción de la fotografía
digital. Este revolucionario concepto fue desarrollado cuando Barnack convenció a su jefe, Ernst Leitz II, para
que fabricara una serie de prototipos en 1923. Unas cámaras que, para sorpresa de todos, pronto se convertirían
objeto de deseo para los profesionales y corresponsales de guerra.Y es que se habían concebido como simples
mecanismos para poner a prueba los objetivos elaborados por la empresa alemana de óptica, especializada en
microscopios y otros aparatos de precisión.

En 1925 la compacta Leica se convirtió en un éxito total, tras su presentación en la feria de Leipzig. Las primeras unidades se comercializaron bajo el nombre de Leica I, abreviatura de de Leitz Camera. Su objetivo Elmar de 50 milímetros y una luminosidad de f/3.5 fue diseñado por Max Berek en Leitz. Su diseño de cuatro elementos, influenciado por el Zeiss Tessar, y fue una de las razones del rotundo éxito de la cámara, además de su tamaño compacto y de su fiabilidad. El obturador de cortinilla, también revolucionario, tenía un rango de 1/20 a 1/500 de segundo, y de dispuso en posición de una 'Z' por la palabra 'Zeit', tiempo en alemán).

No había pasado ni una década de los primeros prototipos cuando en 1930 apareció la Leica I Schraubgewinde
con un sistema de objetivo intercambiable basado en una montura de 39 milímetros. Abría la era del objetivo
intercambiable, otra revolución en el mundo de la óptica fotográfica, ya que se podía alternar la lente de 50
milímetros con un gran angular de 35 mm y un teleobjetivo de 135 mm.

A mediados del siglo pasado Leica daría otro paso gigantesco con la aparición del modelo M3, con montura de
bayoneta, y considerada como un milagro del diseño por su combinación de su simple apariencia y su enorme
flexibilidad. Indiscutible líder mundial en el sector de la fotografía con su modelos M5 y M6, Leica sufrió un
severo bajón, primero con la irrupción de las grandes marcas japonesas y después con la popularización del la
fotografía digital. Unos reveses de los que se ha recuperado en los últimos años adaptando sus míticos modelos a la selva digital.

Se divide hoy en tres compañías: Leica Camera AG, Leica Geosystems AG y Leica Microsystems AG dedicadas a producir cámaras fotográficas, equipamiento topográfico y equipamiento médico de ptrecisión para microscopía o procesos histológicos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario